Ingredientes para unas 15 rosquillas:
- 2 huevos.
- 6 cucharadas de azúcar.
- 6 cucharadas de leche.
- 6 cucharadas de aceite de oliva suave.
- 3/4 de un sobre de levadura.
- Harina
- Un chorrito de anís.
- La ralladura de un limón.
- Aceite de girasol.
Batimos un poquito los huevos y agregamos todos los ingredientes excepto la harina. Mezclamos poco a poco con un tenedor. Sí, habéis odio bien, TENEDOR! Y es que a nosotras nos gusta mucho hacerlo como antaño. Da igual el orden en que los echéis, pero al final tiene que estar todo integrado.
Cuando lo consigamos añadimos poco a poco la harina y vamos amasando con las manos. No hay una cantidad establecida de harina pues, como dice mi madre, "hay que echar hasta que la masa haya cogido toda la que necesite". Creo que este es el gran toque, el que hace que las rosquillas salgan tan buenas. El resultado es este:
Ponemos abundante aceite DE GIRASOL en una sartén honda. No es aconsejable que el aceite esté muy caliente porque se haría demasiado rápido la capa exterior y quedarían crudas por dentro (aunque hay a quien le gustan así)
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